La Llegada
El 21 de mayo de 1951, 1070 hombres al mando del coronel Jaime Polaina Pullo, comandante del Batallón Colombia pisaron tierras coreanas con un único fin, luchar.
Hildebrando Vélez Velásquez veterano de esta guerra recuerda cuando disparó por primera vez un arma, tenía apenas 16 años. Durante un año, Hildebrando combatió las guerrillas en las montañas cafeteras de Colombia, pero ante la propuesta él no titubeó. En el furor del otoño de 1952 decidió embarcarse en el séptimo relevo del Batallón Colombia... El dice: “Yo me fui como voluntario, pero cuando uno llega a Corea ya le da nostalgia por estar en un país tan lejano”, comenta, sabiendo que en Corea el enemigo era mucho más numeroso que en las montañas de los Andes.
Después de un entrenamiento de unos 3 meses en Colombia, más otras 6 semanas de puro orden abierto en Corea del Sur, Hildebrando tomó su fusil y supo que ya era inevitable evadir los destellos que había visto desde el barco a su arribo, los mismos que esta vez vería pero sobre su cabeza.
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