Nuestros Soldados

jueves, 16 de septiembre de 2010

Los soldados del Batallón Colombia cumplieron con las misiones encomendadas más allá de su deber, dejando en alto el nombre del país, aunque con un costo demasiado alto. 131 hombres murieron en enfrentamientos, 428 resultaron heridos, 69 desaparecieron y 28 cayeron como prisioneros. Uno de los Generales Norteamericanos destacado en la guerra de corea dijo: "He estado en un gran numero de batallas y pense haberlo visto todo... pero me faltaba algo ver la valentia con q lucha el soldado colombiano"



Debemos los soldados de las Naciones Unidas, estar orgullosos, hemos recibido un grupo de grandes guerreros de montaña, los colombianos; que como ningún otro contingente que ha llegado a la guerra, han entrado alegres y contentos al son de sus propias canciones y guitarras: grandes cosas se esperan de estos muchachos (Comunicado del Comandante Supremo del Ejércitos de las Naciones Unidas en Corea, General James Van Fleet, 1951).

Un Heroe Nos Cuenta Su Historia III

Máquina de matar

Los ataques eran muy fuertes. Aunque las balas zumbaban de un lado a otro, Hildebrando nunca supo si de su fusil salieron balas de muerte. “uno no sabe si fue el arma de uno que lo eliminó o si fue la del compañero; no puedo decir maté 50 o 100 chinos. Yo puedo decir maté una persona cuando estoy solo”.

Y así ocurrió. En medio de la noche la munición escaseaba. Los chinos dieron una bocanada de opio y tras un grito de guerra salieron a la ofensiva. Ya encima del frente aliado, a punta de bayoneta calada, los colombianos acabaron con el enemigo. “Eso es tenaz pero uno cuando empieza el combate siente un poco de miedo pero después se vuelve un ente ahí. “Una máquina de matar”.  Hildebrando deja escapar un suspiro.

Asi se sintio Hildebrando al terminar esta guerra, y el Batallon volvio a su pais de origen, con varias secuelas de esta vivencia.

Un Heroe Nos Cuenta Su Historia II

Las batallas

Se arrojaron 5.100 soldados colombianos (4.314 de infantería y 786 de la marina) quienes batallaron en esta guerra.

“Me tocaron dos combates muy fuertes” expresa Hildebrando, Era el 10 de marzo de 1953, cuando su pelotón fue destinado a la operación Cerro 180, punto estratégico para lograr el avance de las tropas, tanto que en ese lugar hubo unas 24 batallas.
Pero ese solo fue el abrebocas para lo que se le venía, Cerca de 4.000  integrantes del Ejército Rojo lanzaron una gran ofensiva contra las tropas occidentales en lo que se denominó “El Triángulo de Hierro”. “Ese día atacaron 3 puestos que fueron el Port Chop, el Old Baldy y Caballo Blanco, querían hacer un avance para llegar reforzados a la mesa de conferencias”, dice Hildebrando.
Dos días después de que él viera como 12 de sus compañeros yacían en el Cerro 180, Hildebrando fue encomendado a otra misión casi suicida.  “El Old Baldy”.
Un fuego de artillería fue la bienvenida. 400 compatriotas luchaban contra más de un millar de chinos.
Hasta el 23 de marzo, las tropas del Batallón Colombia estuvieron sitiadas por las explosiones de la artillería. “Esos 11 días fueron muy fuertes, se dice que cayeron unas 1.500 bombas”, comenta.
En una de tantas funciones en el campo de batalla, Hildebrando conformó las patrullas de escucha, donde “encavados” armados con sus fusiles y un micrófono escuchaban cualquier movimiento sospechoso, que al mínimo indicio de presencia del enemigo, informaban las coordenadas y caía una abundante ráfaga de ametralladora. “Esos huecos tienen una numeración, entonces las ametralladoras están emplazadas hacia esos sitios. Si uno siente ruidos por un paso de tropas informa que de ese puesto de escucha está pasando tropa enemiga, entonces empiezan a disparar las ametralladoras”.
Sin embargo al terminar sus raciones C7 (siete tarros con sopa, carne, fríjoles y otros alimentos) las latas terminaban regadas por el campo de batalla. “Eso se llenaba de ratas por todas partes y muchas veces uno confundía el paso de tropas con esos animales y se disparaban las ráfagas”, recuerda Hildebrando con una sonrisa.
Ante el feroz ataque del Batallón Colombia, el Ejército Chino anunciaba mediante parlantes:
“Colombianos ustedes qué hacen acá, vinieron a matarnos, vinieron a ayudarle al imperialismo yanqui. Nosotros no somos sus enemigos, ustedes son de un país muy lejano, por qué están aquí asesinándonos”. Pero ellos no titubeaban ante el ataque psicológico. “nosotros disparábamos las ametralladoras hacia ese sitio y ahí mismo cambiaban el parlante para otro lugar. Nos mantenían desesperados con eso y era casi todos los días que nos ponían esos parlantes", evoca.

Un Heroe Nos Cuenta Su Historia

La Llegada

El 21 de mayo de 1951, 1070 hombres al mando del coronel Jaime Polaina Pullo, comandante del Batallón Colombia pisaron tierras coreanas con un único fin, luchar.

Traemos a ustedes el testimonio de uno de los combatientes Colombianos que vivió en carne propia esta guerra:
Hildebrando Vélez Velásquez veterano de esta guerra recuerda cuando disparó por primera vez un arma, tenía apenas 16 años. Durante un año, Hildebrando combatió las guerrillas en las montañas cafeteras de Colombia, pero ante la propuesta él no titubeó. En el furor del otoño de 1952 decidió embarcarse en el séptimo relevo del Batallón Colombia... El dice: “Yo me fui como voluntario, pero cuando uno llega a Corea ya le da nostalgia por estar en un país tan lejano”, comenta, sabiendo que en Corea el enemigo era mucho más numeroso que en las montañas de los Andes.

Después de un entrenamiento de unos 3 meses en Colombia, más otras 6 semanas de puro orden abierto en Corea del Sur, Hildebrando tomó su fusil y supo que ya era inevitable evadir los destellos que había visto desde el barco a su arribo, los mismos que esta vez vería pero sobre su cabeza.

El choque armado era inevitable, por eso un sacerdote impartía una bendición a todas las escuadras que saldrían a patrullar, porque a lo mejor ése sería el último aliciente en sus vidas.

Colombia En La Guerra


El 29 de noviembre de 1952, EE.UU elige como nuevo Presidente a Dwight D. Eisenhower el cual promete viajar a Corea para ver qué se podría hacer para finalizar el conflicto, inmediatamente el secretario de la ONU formula el pedido de ayuda para las fuerzas aliadas, 15 países responden entre ellos Colombia, el cual ofreció una unidad naval y dos semanas más tarde agregó un batallón de infantería. Aceptadas ambas unidades, la fragata Almirante Padilla zarpó de Cartagena hacia la base naval de San diego California, bajo el mando del capitán de corbeta Julio Cesar Reyes, con el fin de adelantar reparaciones y adecuación de su equipo para la misión de guerra y un período de entrenamiento para su tripulación. En cuanto al cuerpo de infantería, el decreto 3927 de diciembre de 1950 creó el Batallón de Infantería Nº 1 Colombia, con destino al ejército de las Naciones Unidas en Corea.
De los 4.314 combatientes colombianos que tomaron parte en el conflicto asiático, 111 oficiales y 590 suboficiales participaron en operaciones de guerra y el resto en la vigilancia del armisticio, recibiendo para el efecto el mismo entrenamiento intensivo de los anteriores.
Eso le permitió a Colombia figurar en el listado de naciones libres defensoras de la libertad y la democracia de acuerdo al perfil político de la época. Para un ejército pequeño a su regreso por todos los cuerpos de tropas del país, significaron una importante inyección de modernidad. Aparecieron numerosas publicaciones militares sobre las experiencias de la guerra, y varias cátedras en las escuelas militares a cargo de los oficiales que tuvieron la experiencia de la guerra.
En general, el nivel logístico del accionar militar colombiano fue el más beneficiado; se subsanaron las deficiencias y carencias en términos de evacuación de heridos, muertos, material de guerra y mantenimiento de equipos, desempeño de unidades al servicio del orden público, entre otros. De otro lado, la participación de Colombia en la guerra dejó fuertes efectos internacionales en lo venidero de su relación con los Estados Unidos en el marco de la guerra fría.

Otros Paises Que Intervinieron

Como nos dimos cuenta en las notas anteriores, podemos observar que los aliados principales de estas guerras fueron La Unión Soviética (Corea del Norte) y Estados Unidos (Corea del Sur), pero mas allá de esto es bueno recalcar la intervención de tropas de 15 países miembros de la ONU, a favor de Estados Unidos entre ellos estaba: Australia, Bélgica, Canadá, Colombia, Etiopía, Filipinas, Francia, Grecia, Países Bajos, Nueva Zelanda, Luxemburgo, el Reino Unido, Sudáfrica, Turquía y Tailandia, quienes decidieron brindar su ayuda inmediata a la causa que defendía Corea del Sur y obviamente su aliado.


Qué bueno es mostrar la intervención que tuvo Colombia en esta guerra, teniendo en cuenta que fue el único país Latinoamericano que envío sus tropas a dicha guerra, recalcando notoriamente su interés en mantener estrechos vínculos con Estados Unidos y con sus decisiones.

Fin De La Guerra

lunes, 13 de septiembre de 2010

El fin de la Guerra de Corea no trajo mejoría en las relaciones entre los 2 bloques, e incluso el armisticio se había retrasado debido en gran parte a que ninguno de ellos estaba dispuesto a ceder, no sólo por razones propias de la rivalidad entre los bloques occidental y oriental, sino también en virtud de las presiones y problemas que cada superpotencia tenía en su ámbito interno. En la Unión Soviética había un gran descontento social debido a que los últimos años anteriores a la muerte de Stalin habían sido especialmente duros para el pueblo, sometido a mayores sacrificios a fin de acelerar el desarrollo económico y la militarización, mientras se recrudecía el régimen de terror contra toda persona que se opusiera al stalinismo o fuera sospechoso de estar bajo influencia ideológica del bloque occidental.
En EE.UU, la opinión pública desaprobaba el hecho de que su país se hubiera enfrentado a una guerra inútil como la de Corea, puesto que no había resultado en una victoria militar y, en cambio, había ocasionado una gran pérdida de vida humana y provocada una nueva recesión económica. Además, la tensa situación propia de la Guerra Fría había revivido entre el pueblo estadounidense un sentimiento nacionalista, expresado en un marcado anticomunismo que tomó tintes represivos en contra de quienes simpatizaran con la ideología socialista o frieran sospechosos.

Quienes Intervinieron

El 25 de junio de 1950, el ejército norcoreano invadió a Corea del Sur en una clara provocación contra el dominio estadounidense en esa región.
El gobierno de Estados Unidos tuvo una reacción inmediata ante la agresión, por la amenaza que ésta representaba para las posesiones de este país en el Lejano Oriente, y el mismo día 25 el presidente Truman ordenó al general MacArthur que proporcionara a Corea del Sur la ayuda necesaria y la debida protección militar.
La ONU intervino también de inmediato a través del Consejo de Seguridad, para protestar en contra de la agresión comunista y, aprovechando que el delegado soviético no asistió a la convocatoria del Consejo, dio su respaldo a los estadounidenses, quienes, actuando bajo la bandera de la ONU dirigieron y costearon económicamente las operaciones en defensa de Corea del Sur, en tanto que el gobierno de China Popular intervenía a favor del ejército norcoreano, apoyado a su vez por la Unión Soviética. El problema era demasiado grave; en un principio dominaron los ejércitos norcoreanos, pero en noviembre de 1950 las fuerzas estadounidenses lograron avanzar hacia la frontera de Manchuria, desde donde fueron obligadas a retroceder varios kilómetros al sur del paralelo 38.
Sin embargo, durante los primeros meses de 1951 las tropas de la ONU se abrieron paso hasta la ciudad de Seúl, mientras que en el flanco oriental, varias unidades de marinos estadounidenses lograban expulsar hacia el norte a las fuerzas chinas. Fue entonces cuando el general MacArthur expresó al gobierno de su país la opinión de que la lucha debía extenderse más allá de la frontera con China, aun con el riesgo de verse implicados en una guerra con la Unión Soviética. MacArthur consideraba que era la ocasión propicia para derrotar definitivamente al comunismo, y hasta llegó a planear la utilización de un ataque atómico si la situación así lo requería. Pero el gobierno estadounidense desaprobó esos proyectos, temeroso de enfrentar la responsabilidad de desencadenar un nuevo conflicto mundial, y relevo de su puesto al general MacArthur.
La Guerra de Corea habría de continuar 2 años más, durante los cuales el conflicto parecía no tener solución, a pesar de la insistencia de los países aliados al bloque occidental para dar fin a una guerra que ponía en grave peligro a la paz mundial, e incluso a la vida humana en la Tierra. Durante ese tiempo se dieron cambios de gobierno en ambas superpotencias.
En enero de 1953, el general republicano Dwight Eisenhower tomó posesión de la presidencia de Estados Unidos, y en el mes de marzo moría Stalin, quien fue sustituido por Gheorghi Malenkov como jefe de gobierno de la Unión Soviética, con lo que se inició un cambio evidente en la política rusa, que tendió a actuar con mayor prudencia en asuntos internacionales. Por fin, tras una serie de difíciles negociaciones, el 27 de julio de 1953 se firmó el armisticio en la llamada Pagoda de la Paz, en la localidad de Panmunjom, quedando el paralelo 38 como línea de separación entre las dos Coreas, es decir, la misma situación territorial que existía antes de la guerra.




Inicio Del Conflicto

En 1950 surgió en Asia un nuevo conflicto que se convirtió en la primera acción bélica en la que se enfrentaban fuerzas armadas de los dos bloques en una situación de crisis con potencial para provocar una nueva conflagración mundial aún más peligrosa por la amenaza de la bomba atómica.

La Guerra de Corea tuvo su origen en el avance soviético sobre los territorios del Lejano Oriente, avance que se había visto favorecido con el triunfo de los comunistas en la Revolución China, y con la posterior alianza que el nuevo gobierno de China Popular dirigido por Mao Zedong estableció con los rusos, uniendo sus fuerzas para extender el comunismo en territorio asiático, a partir del vecino territorio de Corea. Como se recordará, al terminar la Segunda Guerra Mundial, ese territorio había sido dividido en dos zonas: la del Norte, reconocida por la Unión Soviética, y la del Sur apoyada por Estados Unidos.